La importancia de la cuestión hace necesario poner de manifiesto que en nuestra Universidad Nacional de Mar del Plata se ha constituido desde hace varios años un Comité Técnico que atiende todo lo referido a Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo (CyMAT) que se integra con representantes de todas las Facultades y del Colegio Illia, de las entidades gremiales docentes y no-docentes y de áreas específicas vinculadas funcionalmente, como los Servicios de Seguridad e Higiene y de Salud, bajo la presidencia del Secretario de Gestión Universitaria. Esta composición refleja y amplía la de los órganos de gobierno propios de la Universidad, cuya vida democrática se sustenta en la participación de los claustros.

 

La participación de la comunidad universitaria es -precisamente- una condición prioritaria en la adopción de sistemas de gestión en las CyMAT. Particularmente, en la medida que los trabajadores se encuentren más identificados e involucrados en la formulación y seguimiento de las condiciones de seguridad, higiene y otras involucradas bajo el concepto de condiciones y medio ambiente del trabajo, actuarán con más responsabilidad social y verificando una mayor satisfacción personal en el desempeño de sus tareas. Como proceso permanente y cotidiano requiere grados de participación crecientes,definiendo de manera precisa las relaciones y funciones de los actores, bajo el respaldo de responsabilidades legalmente establecidas.Este Modelo Participativo de Gestión de las CyMAT es el que ha adoptado la Universidad Nacional de Mar del Plata y contempla distintas instancias. La de responsabilidad general del Rector, la responsabilidad profesional y de aplicación en el Servicio de Seguridad Social e Higiene del Trabajo, otra de aplicación de políticas preventivas y de seguimiento a través del Servicio Universitario de Salud y otras de elaboración de normas y proyectos, recepción de inquietudes y monitoreo en el ámbito del Comité Técnico y la de discusión y compromiso en las Comisiones Paritarias Gremiales. Los acuerdos allí firmados constituyen obligaciones para las partes.

 

Todo ello no arrojaría resultados concretos en la práctica, si no se ejecutaran las acciones correspondientes. Si bien las condiciones deseables y necesarias aún están lejos de ser alcanzadas, existe una programación a mediano y largo plazo que se lleva a cabo en lo referido a la concientización general y en obras específicas, de acuerdo a las posibilidades presupuestarias. Oportunamente, el Comité Técnico presentó a través de la Secretaría de Gestión Universitaria un listado de obras que recibió el respaldo explícito del Consejo Superior, quien asignó partidas presupuestarias por más de $ 1.500.000.- para sendos Planes de Seguridad y Mantenimiento Edilicio, que contemplan la ejecución de alrededor de 130 obras de diverso porte, que entre 2006 y 2007 han sido ejecutadas en su mayor parte. La experiencia de ésta y otras Universidades Nacionales ha sido volcada al Consejo Interuniversitario Nacional, lo que permitió acordar con la Secretaría de Políticas Universitarias la adopción de un programa para el financiamiento de obras de seguridad. Al iniciarse su implementación se presentaron proyectos y documentación técnica para varias obras, siendo nuestra Universidad la primera que inició su ejecución por un monto superior a los $ 600.000.-, que se suman a la cifra antes mencionada.

 

Ninguna Universidad está exenta de atravesar situaciones dolorosas como ocurre actualmente con la de Río Cuarto. En el caso de la nuestra, lo arriba referido genera una merecida satisfacción, particularmente entre los integrantes del Comité Técnico, que son convocados frecuentemente desde otras Universidades Nacionales para tareas de asesoramiento y desarrollo de cursos de difusión y capacitación. Todos los esfuerzos requieren del respaldo permanente de la comunidad universitaria y de sus órganos colegiados de gobierno, a fin de asegurar la continuidad y el resultado positivo de sus acciones.