La Universidad Nacional de Mar del Plata, como institución estatal debe procurar, que sus actividades cubran las expectativas que formulen los habitantes del Área Sudeste Bonaerense. Las prestaciones a esta zona de la Provincia, en la que la UNMDP tiene una clara influencia, lo son también por vocación, dada la voluntad históricamente expresada por los miembros y sus órganos de gobierno.
Se suma a esto la decisión de posicionar a Mar del Plata como centro universitario a escala regional, diseñar una estrategia de comunicación orientada a difundir las potencialidades de Mar del Plata como Centro Universitario, promover que los estudiantes de toda la zona elijan nuestra ciudad para cursar sus estudios. Para ello la UNMDP, la Universidad Tecnológica Nacional, Universidad Atlántida, Universidad CAECE y Universidad FASTA; comenzaron a trabajar durante el corriente año en la promoción del concepto de  “Mar del Plata Ciudad Universitaria”.
Al margen de algunas acciones ya concretadas y otras en curso, creemos necesario destacar la importancia que alcanza el tema para la ciudad de Mar del Plata, que -es sabido- creció y se desarrolló principalmente al impulso de la actividad turística y otras de ella derivada.
En lo que hace a la UNMDP, se destaca  que a partir del año en curso se ha iniciado el dictado de carreras de grado en Tres Arroyos (Agronomía y Psicología) y en Santa Teresita (Servicio Social) y que avanzan las gestiones en Villa Gesell y Miramar para desarrollar otras, que se suman a las brindadas en Balcarce y Mar del Plata.
En esta ciudad de Mar del Plata es en la que se ofrecen mayores actividades académicas, tanto de grado como de postgrado, se concentran las de investigación y extensión universitaria y es la sede de residencia -permanente o transitoria- del grueso de sus 25.000 estudiantes, 3.500 docentes y algo más de 700 trabajadores no docentes. Asimismo, los Congresos, Jornadas, Seminarios, Cursos de Especialización, convocan a numerosos visitantes durante todo el año.
A lo largo de sus más de 130 años, Mar del Plata pasó del Saladero inicial a ser la Villa Balnearia,  Ciudad Balnearia, Ciudad de Turismo, Ciudad con Turismo (seguimos la clasificación de algunos estudiosos) y asume actualmente una clara orientación a constituirse en Centro Recreativo, ofreciendo actividades a lo largo de todo el año. En esa perspectiva, poco agregan -todavía- las actividades productivas de neto carácter industrial, salvo la especificidad de las derivadas de la pesca. Por no constituirse en un centro geográfico concentrador de mano de obra con ocupación permanente -históricamente se ha caracterizado por el cuentapropismo y el trabajo inestable- la situación actual ofrece altos porcentajes de desocupación y subempleo, que deriva en un cuadro de fragmentación social aún no superado en el actual proceso de reactivación económica. Esto incide negativamente en el desenvolvimiento de las actividades que tienen por centro la atención del turista y del visitante.
Cuando avanzamos aceleradamente hacia formas y relaciones sociales cada vez más caracterizadas por la adquisición de conocimientos, intensificar los esfuerzos por la capacitación de las poblaciones se vuelve un imperativo. La educación formal debe asumirse como prioridad en todos sus estamentos. Sin dudas, las universidades deben cumplir un papel principal e ineludible en esa tarea. Una Mar del Plata caracterizada y reconocida como ciudad universitaria, con una población globalmente capacitada para invitar a nuevas localizaciones empresarias que refuercen su  condición de ciudad de servicios y que demanden conocimientos medios y altos (como las emergentes de las nuevas tecnologías) está muy próxima a nuestras posibilidades. El compromiso es trabajar persistentemente para ello.