Por Virginia P. Forace

Se realizó uno de los talleres del Centro de Letras Hispanoamericanas (CELEHIS) para alumnos de Escuelas Secundarias del Partido de General Pueyrredón. Promovido por este centro de investigación radicado en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata, fue coordinado en forma conjunta por miembrosdel CELEHIS –la Dra. Aymará de Llano, la Dra. Liliana Swiderski y la Prof. María Estrella–y docentes de las instituciones educativas receptoras, y pretendió socializar la producción de los investigadores a estudiantes y docentes de nivel secundario para colaborar así con su formación y/o actualización literaria. En el marco de este proyecto, la Escuela de Educación Media Nº1 (ex Escuela Piloto) abrió sus puertas para recibir a los investigadores, quienes realizaron talleres de lectura para difundir diversos autores y corrientes estéticas y, principalmente, para hablar con los jóvenes sobre Literatura.

Ya sea por el tipo de propuesta o por las inquietudes propias de los alumnos de sexto año de orientación Educación Física que los recibieron, el interrogante que indefectiblemente abrió el diálogo tuvo que ver con la beneficio de promover y socializar nuevos conocimientos sobre una práctica que ha sido relegada en la valoración general de los saberes: ¿para qué sirve leer Literatura? ¿Por qué hablar/estudiar/investigar sobre ella? La respuesta inicial de los estudiantes se mantuvo en el terreno pragmático: fomenta la lectura, actividad que mejora la expresión escrita y oral, la comprensión de cualquier tipo de texto, el vocabulario, es decir, lo que habitualmente conocemos como “habilidades lingüísticas”. Sin embargo, el debate permitió declarar que esto no podía constituir una contestación categórica. Así, se tuvo que ir más allá de lo práctico: ¿por qué, independientemente de las pasiones personales, seguir analizando en nuestras instituciones educativas obras realistas, mitológicas o alegóricas producidas hace siglos?

El trabajo con los textos literarios propuesto por los talleristasy la reflexión posterior sobre ellos fue la respuesta a aquellas inquietudes. Leer relatos sobre la Buenos Aires de principios del siglo XIX–esa Misteriosa Buenos Airesa la que Mujica Láinezmagistralmente dio vida–, permitió observar modelos de conducta ajenos (en el tiempo), conocer y comprender problemáticas propias de nuestro pueblo, y presentar visiones de mundo alternativas. Se reconoció de esta forma que la ficción entrelazada con la historia favorecía la formación de una identidad colectiva, y, al ampliar los límites de lo posible –por la inclusión de elementos sobrenaturales–, estimulaba la imaginación. Leer literatura es, entonces, la oportunidad de conocer otras formas de escribir y relacionarse con los textos de otras épocas u otras latitudes, es aprender que existieron/existen otras condiciones de producción, culturas, lenguajes, representaciones, ideologías, formas de gobierno, tipos de derechos, costumbres, morales…Nada seríamos sin nuestra capacidad de imaginar lo inexistente y de comprender lo diferente; la literatura es parte fundamental de nuestro desarrollo intelectual y social.

Este acercamiento entre alumnos de nivel secundario e investigadores de laUNMDPa través de los talleres ha tenido como núcleo la literatura y la reflexión sobre la disciplina como campo de conocimiento. Si bien es indudable el beneficio mutuo de esta articulación y contacto, no sólo en pos de una mejor inserción futura de los estudiantes en las prácticas de lectura específica del nivel superior, sino también en la actualización de los docentes que participan y la formación de los talleristas, no puede dejar de señalarse la relevancia de esta propuesta para fortalecer los lazos entre Universidad y la comunidad. La escuela secundaria es escenario cotidiano de dificultades relacionadas con la finalización de los estudios, disparidad numérica entre docentes y alumnos a cargo, la falta de tiempo para la actualización de los profesores, el desconocimiento de las posibilidades para iniciar estudios universitarios, etc., sin contar, por supuesto, con otras de mayor gravedad institucional –como los problemas de infraestructura o de violencia–. En este sentido, los integrantes de la universidad pueden colaborar, desde su especificidad, con los esfuerzos de los docentes y directivos en pos de la calidad educativa. Así, a las diversas actividades realizadas por el CELEHIS–la publicación de dos revistas online de libre acceso (Revista del Celehis y Reseñas Celehis), la organización de un Congreso internacional cada tres años, los diversos segmentos semanales en Radio Universidad, las charlas de difusión en bibliotecas municipales, entre otras– se suman ahora los talleres, una contribución, factible y concreta, para la formación estética y cultural de adolescentes y adultos.

Este proyecto de promoción de la lectura y la literatura pretende su continuidad a futuro; queda planteado, entonces, el ofrecimiento de la visita de los talleristas a las instituciones educativas públicas de Mar del Plata para el ciclo lectivo 2016.