flecha
Jueves, 16 de Mayo de 2024
botonera 1
Becas UNMdP - SSU
Accidentes Laborales
Concursos
Extensión Universitaria
Transferencia y Vinculación Tecnológica
Comunicación y Relaciones Públicas
Noticias
Enlace La Capital
Links útiles
Galería de Fotos
Press Room
La Universidad en los Medios
Televisión
Radio Universidad
Enlace Impreso
Agenda
21 puntos básicos por el derecho a la comunicación
EUDEM
CINTUS
PEPBA 2020

por Dra. Verónica Leuci (UNMDP-Conicet)

Se llevó a cabo la tercera y última charla del “Ciclo de Difusión” organizado por el Centro de Letras Hispanoamericanas (Celehis), en la Biblioteca Leopoldo Lugones. En esta oportunidad, el encuentro estuvo centrado en la poesía española contemporánea, y coordinado por la Dra. Verónica Leuci. La charla, titulada “El poeta y la ciudad en la poesía española contemporánea: los caminos de Ángel González”, propuso un acercamiento a uno de los poetas más destacados de la España de la segunda mitad del siglo XX: el asturiano Ángel González (1925-2008). Este autor, con una extensa producción que comienza en 1956, con su libro Áspero mundo, y culmina con su poemario póstumo Nada grave, del 2008, representa una voz crucial en el “medio siglo” español. Su obra – inscripta en la denominada “poesía social”- abre nuevos caminos poéticos, incorporando a la escritura temas, estrategias, escenarios, voces y rostros que renuevan la escena lírica, y que funcionarán como modelo para los escritores más jóvenes, que comienzan a escribir a finales de siglo.

La charla consistió en un recorrido por sus distintos libros, a través de una selección dedicada a estudiar dos cuestiones centrales: el poeta y la ciudad. Para ello, se compartió la lectura oral de algunos de sus textos y se escucharon poemas recitados por el propio autor o musicalizados y cantados por el cantautor Pedro Guerra, extraídos de su disco “La palabra en el aire”. De este modo, se intentó recuperar el gesto propio de los poetas sociales, de cruzar la poesía con la oralidad y la música, apelando al más universal de los sentidos, el oído, en busca de la llegada a un público más amplio.

En cuanto a la primera cuestión - la figura de poeta que compone su poesía – se observa a largo de sus diversos poemarios la aparición de un personaje poético llamado “Ángel González”. Un artificio, una construcción literaria que enfatiza el carácter humano del sujeto, apelando para ello a la utilización del propio nombre del autor biográfico, en una original estrategia que tiende al reconocimiento, al “efecto de realidad” en el lector, entrecruzando las borrosas y problemáticas fronteras de la ficción y la vida, o la literatura y la biografía.

En cuanto al segundo eje, la vertiente de “poesía urbana” que atraviesa su escritura es una de las facetas más importantes de su poesía. La ciudad, en su obra, será por un lado la ciudad natal, la Oviedo de la infancia que sirve como marco para introducir reflexiones sobre la llegada de la Guerra civil española, sus repercusiones, estragos y consecuencias aciagas en la vida diaria. Así, el conflicto bélico será presentado desde la perspectiva infantil, desde una mirada teñida por el velo de la afectividad y la nostalgia que permite traducir en clave singular y privada el clima funesto de muerte y desolación. Por otro lado, la poesía se referirá también a la ciudad contemporánea, a los actores, prácticas y espacios de la ciudad moderna. Así, en poemas como “Zona residencial”, “Inventario de lugares propicios al amor”, “Centro comercial”, entre otros textos pertenecientes al libro titulado de manera irónica Tratado de urbanismo (1967), el sujeto funcionará como un cronista que observa, critica y desenmascara desde una visión irónica e implacable las contradicciones, frivolidades e hipocresías burguesas, de la sociedad de consumo, con sus “falsos ídolos”, sus dobleces, etc. Finalmente, el espacio urbano será también representado por Alburquerque, una ciudad en la que el poeta vivió durante sus últimos años, como profesor de Literatura española. La geografía norteamericana irrumpirá entonces también en sus libros más tardíos, a partir de poemas que funcionan como “fotos”, estampas pintorescas de un sujeto que busca capturar y traducir a través de las palabras los colores y singularidades de un paisaje “otro”, ajeno, como puede verse en el texto titulado “Crepúsculo, Alburquerque, invierno”: “No fue un sueño,/ lo vi:/ la nieve ardía”.

Estos dos caminos propuestos pues, el del poeta y el de la ciudad, fueron transitados a lo largo de la charla para advertir las características, los cambios y renovaciones que presenta la poética del asturiano, durante más de cinco décadas de escritura. La crítica - referida tanto a la opresiva posguerra española como a la sociedad capitalista -, las reflexiones sobre la poesía y el lenguaje, sobre la función del autor y el lector, el uso de giros humorísticos y lúdicos, la meditación sobre el paso del tiempo son, finalmente, algunas de las aristas de una obra multifacética, que posiciona a Ángel González como uno de los nombres más interesantes y fecundos de la poesía española contemporánea.

Emprendedor XXI Galicia Sueldos Universia
banner final
iso unmdp