por Marinela Pionetti

Si bien coincidimos con Julio Cortázar en que “el azar hace muy bien las cosas en la historia”, sabemos también que, no por azar se vienen organizando este año diversos eventos en su nombre. Se trata nada menos que de la celebración del centenario de su nacimiento en Ixelles, Bruselas, el 26 de agosto de 1914 yen Mar del Plata no podemos menos que festejarlo. Por tal motivo,los grupos de investigación “Teoría y Crítica de la Cultura” y “Cultura y política en la Argentina” pertenecientes al Centro de Letras Hispanoamericana (CELEHIS) de la UNMdP junto con la Secretaría de Cultura de la Ciudad, organizaron una Jornada Homenaje que reunió distintas actividades de orden académico y artístico para honrar la memoria de uno de los más importantes escritores argentinos.

Autor de obras que marcaron a generaciones e inauguraron un nuevo modo de hacer y de leer literatura, como Rayuela, Bestiario, Final del juego, Historias de cronopios y de famas y El libro de Manuel (por mencionar algunos títulos de su original y prolífica producción) Cortázar puso en funcionamiento una innovadora estética sobre la base de diferentes formatos y géneros, que le valieron el reconocimiento como verdadero maestro del relato, la narración breve y la prosa poética. Las rupturas espacios-temporales, la obsesión por problematizar las fronteras entre lo real y lo fantástico, el ahondamiento en las profundidades del lenguaje y el cuestionamiento de las convenciones literarias, son los engranajes de una maquinaria que seduce e hipnotiza así como promueve la reflexión y la renovación de la producción artística. Estas y otras particularidades de su trayectoria reunieron en la Biblioteca Municipal Leopoldo Marechal a artistas, estudiosos y amantes de la obra de Julio Cortázar en un intercambio de lecturas, música, teatro, fotografía  y otras experiencias que dieron lugar a un verdadero festejo.

Luego de la presentación a cargo de las autoridades de la Facultad de Humanidades y el CELEHIS, la Jornada comenzó con dos conferencias a cargo de las especialistas Elisa Calabrese y Adriana Bocchino, que focalizaron en dos puntos clave de la trayectoria de Cortázar: su relación con la crítica y con la  fotografía, respectivamente. A continuación, el director Rómulo Pianacci presentó What a Guy!, un corto de producción propia realizado en los Estados Unidos, adaptación libre del conocido relato “La noche boca arriba”. Fue el turno luego de “Rayuela Jazz”, una combinatoria de lectura y música a cargo Juan Lamarche y Jelly Roll trío, que ofrecieron un repertorio de cuatro piezas de jazz intercaladas por la lectura de pasajes canónicos de la obra cortazariana.

El festejo continuó con la proyección de Blow up de Antonioni, basada en “Las babas del diablo”, cuya presentación y comentario teórico estuvo a cargo de Diego Menegazzi. Casi en simultáneo, Analía Carrizo y Cecilia D´angelo coordinaron el taller de escritura “Puzzle de Julio Cortázar: rupturas en la escritura del policial” y se desarrollaron dos mesas de ponencias cuyos trabajos abordaron atrapantes temas como “Cortázar y los otros” y “Leer a Cortázar en la escuela”, donde la variedad de perspectivas enriqueció esta sección del encuentro. La Sala A se vistió de teatro con “Representar a Cortázar” que tuvo como centro la puesta en escena del work in progress “Instrucciones para ver una obra de teatro” y “Levórigo”, bajo la dirección de Verónica Borrajo y Estefanía Rovera.

Posteriormente, una segunda ronda de ponencias convocó a un numeroso público interesado en dos temas insoslayables en la obra de nuestro autor: “Cortázar: política y literatura” y la segunda parte de “Leer a Cortázar en la escuela”, coordinadas por Mónica Bueno y Marinela Pionetti. Luego, a modo de cierre del intercambio de trabajos académicos, se presentaron dos conferencias que abordaron distintos aspectos de la producción cortazariana: Cristina Piña presentó una mirada sobre la relación “Julio Cortázar y Alejandra Pizarnik: un jardín de senderos que se confluyen” resemantizando el sintagma borgeano para referir el encuentro de dos importantes escritores argentinos, mientras que Mónica Bueno visitó aspectos particulares del ejercicio de la escritura de nuestro autor en “Julio Cortázar: la vida puesta en obra”.

La celebraciónsiguió con una representación teatral de “Casa tomada” a cargo de la Compañía “Las mil y una Américas” de Miramar, que puso en escena una versión del cuento donde la voz en off del propio Cortázar narrando la historia fue un actor más en las tablas. Inmediatamente después, el grupo Lupi Films presentó el proyecto “Cortázar en 1 minuto” que llevan a cabo distintos realizadores bajo la idea de Marcelo de la Plaza. Como no podía faltar, llegó el momento del brindis,  invitación de la Escuela de Gastronomía de la ciudad y, a modo de “feliz cumpleaños”, la música se volvió a hacer presente para cerrar la jornada. Esta vez, el grupo “Tren”celebró a nuestro autor con canciones de Jonh Coltraine y Charly Parker, a las que agregaron un tema propio y un bis que hizo culminar intesamente la noche de un día de lluvia pero al calor de los festejos, donde no faltó quien jugara divertidamente a la Rayuela dibujada en el hall de entrada a la Biblioteca.

Cabe destacar y agradecer la buena predisposición y la amable atención brindada por el personal de la Biblioteca, que durante toda la jornada estuvo atento a que el público se sintiera como en casa. El mismo agradecimiento a la Secretaría de Cultura de la ciudad de Mar del Plata que hizo posible la realización del evento no sólo mediante el aporte de recursos sino también, con su apoyo y motivación.  Si como dijimos al comienzo citando a Cortázar, “el azar hace muy bien las cosas”, en la celebración de su cumpleaños número cien, coincidimos en que las ha hecho muy bien.