El sábado 22 de febrero, cerca de la medianoche, murió quien fuera, por extenso mérito propio, un decano intelectual de la psicología argentina. Alberto no llegó tempranamente a los estudios formales disciplinarios. Promediaba su cuarta década de vida cuando obtuvo su título, pero llegó muñido de una sólida formación humanística, producto de sus rutinas de disciplinada lectura, de su asombrosa epistemofilia y de su vocación de escritor nunca renunciada.

Todo ello derramó en letras. Apenas graduado, residiendo en Paraguay, publicó en distintos medios más de trescientas notas, artículos y columnas de difusión científica sobre teoría psicológica, epistemología de las ciencias sociales y filosofía del hombre. Tal feracidad se mantuvo a lo largo de su vida; siendo Jefe de la Sección Psicología de la Enciclopedia Iberoamericana de Psiquiatría y Ciencias del Hombre. El mismo rasgo se observa en los numerosos artículos editoriales que escribió para Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, revista pionera en los países de habla hispana y de la cual fuera director asociado y luego codirector.

Su prolífica pluma, no obstante, supo conservar en cada escrito el aporte original, la pertinencia y diversidad de las fuentes, la rigurosidad conceptual. Amén de estas cualidades, él sumaba, notablemente, otras: un estilo literario impecable y una erudición desenfadada pero invitante, comunicadora. Corren tiempos en los que no es nada frecuente hallar un buen decir portando una idea aguda; en ello Alberto nos ha dejado en orfandad.

Su labor mereció, en 1996, el Diploma al Mérito de la Fundación Konex en el rubro Psicología. Tildando de “inútil cocarda” a cualquier distinción, constituyó un verdadero esfuerzo convencerlo de que se presentara a recibirlo. Su austeridad era extensiva a todos los objetos materiales excluyendo, claro está, los libros. Todo aquel que haya conocido su pasión de historiador, supo que ningún alto precio era considerado derroche cuando de conseguir tal o cual edición se trataba.

La labor editorial tuvo también en él a un apasionado cultor. Además de su participación en ACTA y en la Enciclopedia –ya nombradas- fue Miembro del Advisory Board de Cuadernos Argentinos de Historia de la Psicología; del Consejo Asesor de Thesis-Revista de Historia de la Psicología; del Consejo Consultor del Boletín Argentino de Psicología, Representante por la Fac.de Psicología al Comité Editorial de Nexos, entre otros.

Idéntico entusiasmo volcó en las aulas; siempre rodeado de alumnos, becarios y tesistas, a todos atendía con solicitud. Su labor académica se desarrolló a partir de su reincorporación en 1986 a la Escuela Superior (luego Facultad) de Psicología de la UNMP, cuando ésta reabría sus puertas luego del cierre impuesto por la dictadura militar.

Fue Profesor Titular Concursado, desde 1987, en las Cátedras de Historia Social de la Psicología y de Sistemas Psicológicos Contemporáneos. Como Investigador de Categoría I dirigió el Grupo “Historia, enseñanza y profesionalización de la Psicología en el Cono Sur”. Entre 1987 y 1992 se desempeñó como Secretario Académico de la Facultad de Psicología, ocupando luego el cargo –ad honorem- de Asesor Académico hasta 1999.

Sus contribuciones a la reorganización curricular de la carrera de psicología, al proceso de pase a Facultad y a la fundación de AUAPsi (Asociación de Unidades Académicas de Psicología de Argentina y Uruguay) provocaron innumerables debates sobre los tópicos disciplinarios de más candente actualidad.

Las  Autoridades de la Facultad invitan al Acto  Conmemorativo por los 10 años de la partida del Profesor Lic. Alberto Ramón Villanova. Se desarrollará el día 17 de septiembre a las 18:30 en instalaciones de la Facultad. El acto consistirá en la colocación de una placa y la imposición de su nombre al Centro de Investigación de esta Unidad Académica.