Por Rosalía Baltar[1]

(Universidad Nacional de Mar del Plata)

La emergencia, consagración y retracción de la cultura literaria escrita son puntos de interpelación para preguntarse por el derrotero sufrido por una literatura naciente, hacia finales del siglo XVIII en el Río de la Plata, una literatura que se mezclaba con otros discursos y escrituras y que fue consagrada a partir del período romántico y consolidada en los distintos espacios genéricos durante el siglo XX. El proyecto de investigación “Avatares de la cultura literaria escrita: emergencia, consagración y retracción. De la formación de imaginarios sociales a la pérdida de impacto en la esfera pública (1770-2011)” que dirige María Coira (Facultad de Humanidades, UNMdP) justamente trata de pensar este recorrido de una literatura cuyo impacto en el ámbito de la esfera pública parece haberse perdido, retraído o, al menos, desplazado. Como en proyectos anteriores –expresados en dos libros colectivos de 2006 y 2011-, diseñamos algunas escenas interrumpidas en las que se dan estos procesos en forma concreta y cada uno de los integrantes del grupo Estudios de teoría literaria aborda aspectos particulares, siempre con el interés puesto en las formas textuales, en lo que constituye la fuerza de la literatura, su discurso, y las relaciones que estas formas establecen con sus disímiles contextos de producción y recepción. Para comodidad narrativa, como dice Borges, presento cronológicamente un recorrido que no estudiamos de esta manera sino que lo pensamos en términos de nudos problemáticos en los que los tiempos se superponen, mezclan y comparan: desde aquellos viajeros del siglo XVIII, a caballo entre la ilustración y el ancienregime, Carrió de La Vandera y Félix de Azara, pasando por la prensa de combate satírico del cura porteño Castañeda (y su irrefrenable lengua) y del escritor de la Nueva España Fernández Lizardi (mordaz creador de folletines); desde la narrativa novelada de Miguel Cané (p), Manuel Bilbao, Bartolomé Mitre, Magariños Cervantes y Vicente López en Santiago, Montevideo  y Buenos Aires a los ensayos y relatos de viajes de Bernardo Kordon, Luis Franco y Martínez Estrada y a las empresas culturales de Ricardo Rojas y José Ingenieros; desde la prosa ya canónica de Borges, Saer  y Walsh a las nuevas narrativas de la posdictadura (Gamerro, Bruzzone, Pauls, Saccomano y Kohan); en fin, este proyecto discurre entre aquellas modalidades de la escritura en las que la administración monárquica pretendía imponer sus leyes a la subjetividad de quienes la sostenían y narraban hasta los quiebres de la racionalidad y la ruptura con el sentido que propone una literatura fuera de sí, queriendo contar lo inenarrable de una historia negra.

            Los resultados parciales de este proyecto se van viendo en las distintas publicaciones de sus integrantes, ya libros, compilaciones o artículos, en la labor docente –tanto en la universidad como en la escuela secundaria y en el nivel terciario-, en la tarea de extensión y en la revista Estudios de Teoría Literaria, una producción digital interesada en la actividad académica y en la generación de un espacio de difusión de las lecturas, inquietudes y escrituras que el desafío de hacer crítica hoy propone (Para visitarnos: http://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/etl).