Las aguas de sentina son residuos generados en las operaciones normales en buques, en donde se mezclan líquidos provenientes del cuarto de máquinas, filtraciones, restos de combustibles, etc. Estos residuos están formados por un sistema disperso de dos fases: agua e hidrocarburos. Por la toxicidad de los hidrocarburos, todos los residuos de sentina deben ser tratados en tierra (IMO, 1989); La existencia de instalaciones portuarias para la recepción de residuos de sentina de buques y la operación de plantas de tratamiento, constituyen medidas mundialmente reconocidas de mitigación de la contaminación con hidrocarburos de las actividades pesqueras o navieras (Carpenter y Macgill, 2003), Pocos puertos cumplen con las obligaciones de provisión de instalaciones de recepción y tratamiento de los residuos de sentina.
Entre los tratamientos aplicables a los residuos de sentina, los tratamientos fisicoquímicos separan y recuperan los hidrocarburos reutilizables mediante filtración o ultrafiltración de la fase acuosa para la eliminación de los hidrocarburos contenidos en el agua residual (Karakulski et al., 1998). Esta tecnología es aceptada, pero genera como nuevos residuos los filtros agotados que deben ser incinerados o enterrados en rellenos sanitarios. La incineración de los residuos es también una alternativa pero posee la desventaja de no recuperar combustible útil generando grandes cantidades de CO2 no deseadas, que agravan el efecto invernadero (Masters, 1998). La recuperación de combustible, en conjunto con un tratamiento adecuado en forma biológica de la fase acuosa, es una alternativa económica y eficiente que se utiliza en algunos lugares del mundo (http://www.ambientum.com/revista/2003_03). Si bien la fase oleosa recuperada puede ser utilizada como combustible, la fase acuosa requiere la remoción eficiente de hidrocarburos para que sea factible su disposición. El desarrollo de técnicas que concluyan en una buena calidad del agua residual, facilitará la adopción de la tecnología apropiada como alternativa válida de tratamiento.
Los microorganismos capaces de biodegradar hidrocarburos están ampliamente distribuidos en la naturaleza, dado que el petróleo es un producto natural y que la contaminación crónica producida a lo largo de los años ha provocado la adaptación de la microflora del lugar para metabolizar estos compuestos (Rosenberg, 1993).
En el Grupo de Ingeniería Bioquímica de la Facultad de Ingeniería de Mar del Plata (UNMDP) se hacen estudios y modelados de reactores para optimizar el tratamiento físico-químico-biológico de aguas residuales contaminantes. El laboratorio posee microorganismos (bacterias y hongos) aislados de suelos contaminados, que degradan clorofenoles (Murialdo y col, 2003; Wolski y col, 2006). Esos mismos microorganismos fueron capaces de degradar hidrocarburos comerciales aromáticos y lineales (Nisenbaum, 2007). Actualmente como parte de una tesis doctoral, se está estudiando y optimizando un tratamiento biológico de los residuos acuosos de sentinas. Se utilizan los microorganismos que dispone el laboratorio y además se están aislando y utilizando microorganismos propios de la sentina de los barcos, a fin de eliminar parcial o totalmente los hidrocarburos de la sentina. El monitoreo se efectúa determinando la concentración de hidrocarburos a lo largo del tiempo y analizando el crecimiento de microorganismos que degradan los hidrocarburos presentes en las sentinas. El objetivo final del trabajo es modelar y simular reactores apropiados para su aplicación a gran escala en los puertos de Argentina.
por
1-Melina Nisenbaum (Lic. En Cs. Biológicas. Fac. Ing. UNMDP. Becaria doctoral de Conicet)
2-Silvia Elena Murialdo (Dra. En Cs. Biológicas. Fac. Ing. UNMDP. Docente e Investigadora Adjunta. Directora del proyecto). |
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