El pasado martes 17 de noviembre, organizada por el Grupo “Actores y Poder en la Argentina del siglo XX” tuvo lugar en la Facultad de Humanidades, la charla “Inteligencia Policial e Historia Reciente”, a cargo de Laura Lenci y Magdalena Lanteri, pertenecientes a la Comisión Provincial por la Memoria y a la Universidad Nacional de La Plata. En este encuentro, se hizo referencia a la labor que dicha Comisión está llevando a cabo respecto del Archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPBA).
Creada en julio del 2000, la Comisión cumple sus primeros diez años. Este organismo público con funcionamiento autónomo respecto de los poderes gubernamentales, fue concebido con el objetivo prioritario de contribuir al estudio, la investigación y la difusión de aquellos hechos vinculados a nuestro pasado reciente, en particular, a aquel signado por el autoritarismo y el terrorismo de Estado. No obstante, la contribución de esta institución no se limita solamente a la cuestión de la reconstrucción histórica del pasado y su difusión a través de la enseñanza. La Comisión cumple un papel fundamental en la condena de los crímenes cometidos durante la última dictadura militar, aportando pruebas a las causas penales que actualmente tienen lugar.
La Comisión por la Memoria funciona en el edificio donde hasta 1998 se encontraba la DIPBA. Esta dirección, creada en 1956 durante el gobierno militar de la denominada Revolución Libertadora, funcionó hasta fines de la década del noventa como principal organismo encargado del espionaje, el seguimiento, el registro y el análisis de la información para la persecución político-ideológica de los habitantes de la provincia.
Dado que el Archivo contiene fuentes escritas únicas en el país desde el punto de vista judicial, ético-ciudadano e histórico, desde octubre de 2003, el mismo ha sido abierto al público. Entre las responsabilidades que implica la gestión del Archivo de la DIPBA, se encuentra la obligación de aplicar la Ley de Habeas Data, por lo que en las copias de los documentos que se entregan, tanto en las solicitudes de información de interesados o de familiares directos de personas desaparecidas o fallecidas así como en los pedidos por parte de investigadores, se protege la identidad de terceras personas, tachando sus nombres.
Con respecto a la investigación histórica, la documentación presente en el Archivo resulta sumamente valiosa por dos motivos. En primer lugar, porque ayuda a conocer la forma en la que actuó la burocracia estatal puesta al servicio de la persecución y de la represión y, en segundo lugar, porque permite reconstruir el accionar de organizaciones sindicales, políticas y estudiantiles aún en momentos de censura y proscripción en los cuales se secuestró y destruyó gran parte de su memoria documental.
La documentación presente va desde el año 1932 (dado que el organismo heredó archivos de anteriores dependencias que cumplían la misma función) hasta 1998, año en que la DIPBA fue disuelta y su archivo cerrado. La misma se organiza en fichas, ordenadas alfabética y temáticamente, las cuales remiten a legajos organizados por mesas y factores (político, social, económico, religioso, estudiantil, laboral). Las mesas son siete y, a grandes rasgos corresponden a: Mesa “A” (actividad política), Mesa “B” (mundo del trabajo); Mesa “C” (comunismo), Mesa “DE” (diferentes entidades de la sociedad civil), Mesa “DS” (registra la información de lo que la DIPBA llamaba “sabotaje”, “daños” “bélico” “actividad subversiva” “actividad panfletaria” así como de los que consideraba “subversivos”), Mesa Referencia (información que no puede ser clasificada por su tema dentro de los factores anteriormente citados), Mesa Doctrina (metodología interna de la DIPBA: documentos internos de funcionamiento y estudio).
Completando un formulario presente en la página Web de la Comisión, los investigadores pueden realizar los pedidos de información, los cuales son recepcionados por un equipo de referencistas encargados de la búsqueda de la documentación. Cabe destacar que dado que en 1999, la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata dictó la medida de no innovar sobre el Archivo por considerar que los documentos allí presentes serían útiles para los juicios en proceso, todo investigador que solicite documentación del período comprendido entre los años 1976 y 1983, debe ser autorizado previamente por dicha instancia judicial.
A los fines de facilitar la búsqueda y agilizar la entrega de la documentación solicitada, el equipo de referencistas del Archivo ha creado diez colecciones documentales digitalizadas listas para ser consultadas, las cuales responden a los temas más demandados por los investigadores. Durante el año próximo, el equipo del Archivo de la Comisión e investigadores del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata esperan poder llevar a cabo una o más colecciones concernientes a la ciudad de Mar del Plata.
Por último, es importante destacar que el valor del trabajo realizado por la Comisión Provincial por la Memoria respecto del Archivo de la DIPBA reside además en que su actual utilización revierte el sentido originario de una documentación que fue creada para la persecución político-.ideológica y para la represión y que hoy sirve para reparar el reclamo de verdad y de justicia de los familiares y de las víctimas del terrorismo de Estado, así como para permitirnos conocer y explicar que pasó en nuestra historia reciente. La labor llevada adelante por este organismo nos enseña que no existe una división tajante entre el pasado y el presente, que ambos se influyen mutuamente y que la memoria debe ser antes que una imposición, una necesidad en nuestras sociedades, para que “nunca más” tengamos que hablar de autoritarismo, represión, muertos y desaparecidos.
Micaela Iturralde
UNMDP
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