Estamos otra vez ante un nuevo escenario, social, político y económico. En este nuevo escenario la pobreza que cada tanto es amenazada de ser erradicada, solo consigue insistir y padecer erradicaciones de pobres, pero no de su condición de pobres, sino de sus territorios o viviendas.
En definitiva la condición de la pobreza es una constante, y las crisis económicas, como la que transitamos por estos días, suelen ser un nicho de oportunidad para las clases dominantes, mientras que para los pobres sólo un nicho de hambre, enfermedad y muerte. La pobreza parece ser una escena imposible de superar, insiste, no sin modificaciones, pero con una gran persistencia
Las sociedades están signadas por la desigualdad, conviven la exclusión social con la concentración de la riqueza. Se levantan así verdaderos muros en territorios sociales que impiden la movilidad, siempre de los desposeídos.
Como la idea es hablar de la Universidad y particularmente de la extensión universitaria, la articulación con la problemática de la pobreza y la exclusión social se vuelve imperativa., es una demanda imposible de soslayar...
En ese sentido es que las Universidades Nacionales, y muchas Universidades Latinoamericanas se consideran convocadas y se encuentran trabajando en este desafío a través de sus proyectos de Extensión Universitaria. Esta forma de trabajo de las Universidades definen necesariamente formas de intervención en lo social, en el sentido de un quehacer comunitario con diferentes modalidades.
Estas prácticas extensionistas se enfrentan a veces con devaneos teóricos, advertencias y críticas, tales como la del “asistencialismo”,”ocupar el lugar del estado en la resolución de problemas sociales” etc.
Creemos que es hora de diferenciar las prácticas extensionistas de las Universidades, del “asistencialismo”, cuya crítica más feroz ha sido la de considerarlo, y a veces con justa razón, una manera en que las clases dominantes mantienen controladas a las clases dominadas.
La diferencia fundamental de las intervenciones de las Universidades radica precisamente en el objetivo de propiciar la participación comunitaria camino a la autogestión y a la autonomía de aquellos a los que los diferentes proyectos llegan con sus modalidades de intervención. Al mismo tiempo, estos proyectos que trabajan, intervienen en las realidades de las desigualdades sociales y los nuevos padecimientos, son interpelados día a día y convocados a construir, resolver y aprender con “otro”.
Precisamente el trabajo de intervención “denuncia”, hace visible el padecimiento que trae la exclusión y la desigualdad social, traccionando a nuevas formas de agenda pública. De tal manera que la intervención posibilita hacer ver al otro, los efectos de la exclusión y la pobreza, así como las nuevas formas de subjetividad, todo ello ingresando a espacios institucionales muchas veces atravesados por el sin sentido.
Lic. Griselda Possetto
Secretaria de Extensión Universitaria
Universidad Nacional de Mar del Plata