Este libro resume una inmensa cantidad de investigaciones y estudios comparados de diez países, con desarrollo y aplicación de herramientas de análisis y diagnóstico.
Los autores de la obra proponen, a través de un análisis pormenorizado de cada uno de estos modelos, repensar una propuesta en la cual la capacidad del Estado no resida solamente en una cuestión de recursos fiscales, sino también en su idoneidad para planificar concertadamente, ampliando la participación popular en los tres niveles de gobierno, con una visión que podríamos llamar sanitarista: asumiendo que hay un problema estructural fundamental, superior incluso al sistema de salud. Esa capacidad se logra mediante acuerdos con los gobiernos provinciales y municipales, con los actores sociales y las empresas privadas, con la academia y el mundo del trabajo y la producción, y no pasando por sobre ellos.